...Viene del Blog anterior, pues s'i pensamos... ahora una cenita reparadora en el Ryokan y si podemos darnos un ba;ito termal perfecto.
Ah'i llega la familia de Paco Mart'inez Soria con la traductora que da las explicaciones justas a la recepcionista en perfecto japon'es y en esto que Enrique se empieza a liar en spanglish con la recepcionista que en japanglish no entend'ia nada que si d'onde est'a la piscina, que si podemos cambiar la cena por algo m'as europeo, empieza a subir el tono, m'as que nada porque la recepcionista nos estaba contando - al parecer- que la bandera de Jap'on tiene una bola roja en medio y nosotros que si un plano del hotel y en esto que viene el t'ipico japon'es de los dibujos animados cabreado, este que tiene las cejas en cu;a y le salen calaveras con dos huesos cruzados del bocadillo y se pone rojo, diciendo en perfecto ingl'es que la comida japonesa es muy buena y Enrique que si la comida japonesa s'i que es buena pero que si pod'iamos cenar steak y 'el que s'i pero con extracoste, y el de Bilbao, pues si hay que pagar se paga pero que a ver si a parte de 'el hab'ia alguien que hablara ingl'es en el hotel y 'el deleit'andose en la respuesta, que no.
A todo esto la traductora y'endose yo creo que algo m'as r'apido de lo que el decoro japon'es sugiere y yo diciendo, it's ok, para aplacar los 'animos y Ranedo mirandome con ojos de furia.
Bueno al final llega una chica vestida con kimono y haci'endonos se;as para que le sigamos por un pasillo bastante rancio, por donde la gente andaba en las mismas zapatillas de casa de cuero, color crudito, nada varoniles por cierto. Llegamos a la habitaci'on y justo al lado de la puerta hab'ia una especie de tupperware lleno a rebosar de grillos en una especie de barro marr'on, a modo de motivo decorativo National Geographic.
Abre la habitaci'on la chica que nos acompa;a y los ni;os empiezan a decir, qu'e pasada, mientras a mi me abofetea literalmente un olor a caca de oveja y Enrique dice, uy qu'e fuerte huele. Pienso, me voy a contener, no sea que el de Bilbao vuelva levantar la furia nipona. La chica con gestos nos indica que no podemos pisar el tatami con nuestros zapatos y que tenemos que pisarlo o descalzos o en calcetines y que para andar por el hotel nos se;ala las susodichas zapatillitas de cuero crudas. Bueno, tampoco es para tanto, al fin y al cabo 'ibamos a vivir la experiencia de una noche tradicional japonesa.
Nos muestra la habitaci'on, increible, dos estancias separadas por paneles de arroz con dos mesitas bajas, y un ba;o, ni rastro de camas, ni mesillas. Empiezo a sospechar que el olor viene del tatami que est'a cubierto por una especie de estera de alg'un cereal, puede que sea, horror mi alergia, trigo. Empiezo a estornudar y se me tapona algo la nariz, no hay mal que por bien no venga. En esto que la chica empieza a hacer aspavientos y a preguntarnos algo, sospechamos que tiene que ver con la cena, s'i, a qu'e hora queremos cenar... pues despu'es de unos 15 minutos de risas nerviosas, digitaciones del 7 en todas las formas posibles, ella escribe en un papel, 6 y 7, escogemos el 7 pero ni a'un circul'andolo parece que lo vea claro. Nos ense;a unos kimonos de un armario y m'as preguntas, no entendemos nada y ella tampoco, creemos que nos pregunta por kimonos para los ni;os y le decimos que hai, pero ella nada la misma pregunta, por favor que se vaya ya, que ya nos arreglamos.
Nos hab'ian dicho que la piscina hasta las 17 estaba abierta y luego nuestra intenci'on era ir a los ba;os termales que en este Ryokan tambi'en hab'ia, as'i que primero piscina y luego a hacer se;as otra vez para que nos dijeran cuando se libraban los ba;os de familia. Como a estos ba;os tienes que entrar en pelotas pues pensamos que casi mejor en familia, sobre todo porque cuando te preguntan algo y no entiendes absolutamente nada, el tema es digamos inc'omodo, pero si encima est'as en pelota picada rojo como una cereza en un ba;o a 40grados el tema pasa de inc'omodo a traumatizante. Despu'es de esperar 30 minutos a que se librara el ba;o familiar, sonriendo como cuatro idiotas a todos los que pasaban y nos dec'ian algo, que pod'ia ser hola como qu'e hacen estos cuatro giris con esa pinta ah'i,al fin entramos. A todo esto el de Bilbao y servidora con el kimono y las pantuflas de la habitaci'on como el resto de los hu'espedes pero con cara de bichito raro.
El ba;o muy bien, aqu'i menci'on especial para el aitxitxa del que nos acordamos, pensando que le gustar'ia; el agua est'a verdaderamente caliente.
A la salida hab'ia una especie de salita de estar en la que descansaba la gente que ven'ia de los ba;os termales comunitarios, no familiares, y al salir con nuestra cara roja, pelos de locos y kimonos mal atados, nos encontramos con treinta personas mir'andonos con cara de ... estos de qu'e guindo se han caido, no pod'iamos andar m'as r'apido y al grito del camarero de: tea? son'o por el pasillo un no thankyou mientras corriamos con nuestras pantunflas a la habitaci'on.
En la habitaci'on el de Bilbao se bebi'o media botella de sake y yo una de cerveza, para ver si entr'abamos en trance ante la perspectiva de una noche en la esterilla tras una cena que muy probablemente viniera envenenada. No s'olo hab'iamos cabreado al encargado sino que para confirmar el steak tras el ba;o llamamos a recepci'on preguntando por el que hablaba ingl'es para confirmar el steak, pero dijeron que por tel'efono no nos iban a ateder que ir'ian personalmente a la habitaci'on. Algo asustados de encontrarnos con un ninja en la puerta esperamos a que tocaran y cuando apareci'o un hombre al que no le parec'ia nada bien nuestra elecci'on de cena porque ya estaban preparadas las delicias japonesas, no nos pareci'o del todo arriesgado insistir e incluso darle una propina... LO QUE FALTABA, nos dijo que en Jap'on no es constumbre dar propinas y le sent'o razonablemente mal que un maldito guiri le insultara de semejante manera. Estaba claro que iba a venir envenenada, de ah'i los lingotazos de sake.
Al final lleg'o la cena, sin avisar, no es costumbre tocar la puerta, la abren y entran, ya puedes estar meditando con Roca (Toto en Jap'on) que vestido de chaqu'e esperando el venado con frambuesas. Hay que decir que la cena ten'ia su toquecito japon'es pero era carne a la parrilla que no estaba nada mal. Al rato lleg;o un fornido posadero que sac'o los futones del armario y los dispuso tal y como v'eis en las fotos. Nosotros en una esquinita mientras los colocaba, no nos atrev'iamos a decir ni arigato por si d'abamos pie a una pregunta del tipo manta o s'abana, la consiguiente genuflexi'on por nuestra parte al acabar- totalmente socorrido y recomendable, algo as'i como soy un absoluto ignorante, quiero ser educado pero no s'e c'omo- y a dormir.
Un 'ultimo detalle, las almohadas, son de trigo, tambi'en, y a parte de que hacen cra, cra, Ranedo dice que lo mismo sirven de almohada que para hacer de dique en las crecidas de los r'ios. Hoy se ha levantado desnucado, con resaca del Sake y dice que no ha dormido nada en esa p. esterilla.
Tampoco es para tanto, un atrac'on japon'es....
Hoy d'ia 8 ya estamos en Tokio, reci'en llegados, hemos hecho deberes y peli, ma;ana m'as.
Agur eta ondo lo egin (esto sobre todo para Martina)
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